
Los hechos y las imágenes del proyecto Kiwi “Shoe Aid for Africa” del año 2006 más el programa solidario de irrigación de conreos “Water Gardens”.
Para celebrar su centenario Kiwi puso en marcha una campaña solidaria masiva entre sus empleados de todo el mundo.
Este esfuerzo fue llamado Proyecto Malaki ("Malaki" significa "100.000" en suahili).
El objetivo era recoger 100.000 pares de zapatos (usados) que debían ser donados en seis países de África. La campaña fue organizada y controlada por completo por los empleados de Sara Lee para asegurarse de que los zapatos llegaban a la gente más necesitada.
La semana que comenzaba el 3 de julio de 2006 fue llamada la “Kiwi Week” (Semana Kiwi) en muchas oficinas de Sara Lee de todo el mundo, y la recolección de los zapatos comenzó simultáneamente en todos los países participantes.
Recibimos muchas fotografías que demostraban el trabajo duro que había supuesto la recolección, la limpieza y el embalaje de tantos zapatos. ¡El récord fue fijado por Sara Lee Suiza, donde 18 empleados recolectaron y embalaron 2.006 pares de zapatos! También recibimos numerosos informes de trabajadores que recogían centenares de pares de zapatos entre amigos y familiares. Nuestros colegas en África se conmovieron profundamente viendo la energía y el compromiso demostrado por sus compañeros con este bonito proyecto.
En agosto y septiembre, los primeros contenedores cargados con zapatos fueron mandados hacia África, mientras que la recolección todavía seguía en EE.UU. y el Canadá. En el curso de la campaña, alcanzamos nuestro objetivo de recoger 100.000 pares de zapatos, que luego fueron distribuidos en Tanzania, Malawi, Zambia, Kenia, Etiopía y Sudáfrica.
Al final, siete contenedores fueron enviados a siete destinaciones africanas. En octubre, Sara Lee Internacional (central y Sudáfrica) tomó la responsabilidad de organizar la distribución de los zapatos en las comunidades locales. Conviniendo que era absolutamente necesario donar los zapatos recolectados directamente a la gente más necesitada, organizamos acontecimientos locales en pequeñas comunidades rurales para asegurarnos personalmente que se cumplía nuestro objetivo.
¡El resultado fueron miles de sonrisas entre niños y adultos, muchos de los cuales nunca antes había tenido un par de zapatos, y 100.000 pares de zapatos con una segunda vida en África!